
Avui acabem el mes de maig, Mes de Maria. Tots recordem com portàvem tal dia com avui flors a la Mare de Déu. Aquí i avui no volem deixar d’honorar i venerar Maria, de portar-la en el cor i en la veu. Per això li dediquem aquesta oració que farem tots junts:
Niña con el mundo en el alma.
Sutil, discreta, oyente, capaz de correr riesgos.
Chiquilla de la espera, que afronta la batalla y vence al miedo.
Señora del Magnifícat, que canta la grandeza velada en lo pequeño.
Y ya muy pronto, Madre. hogar de las primeras enseñanzas, discípula del hijo hecho Maestro.
Valiente en la tormenta, con él crucificada abriéndote al Misterio.
Refugio de los pobres que muestran, indefensos, su desconsuelo cuando duele la vida, cuando falta el sustento.
Aún hoy sigues hablando, atravesando el tiempo
mostrándonos la senda que torna cada ‘Hágase’ en un nuevo comienzo.
José María Rodríguez Olaizola, sj